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Sunday, July 26, 2009

Carlos Varela - Cuba

Foto de Familia



Habaname



Guillermo Tell

Vasallos del Sol - Venezuela

Washington DC, 13 mayo 2008

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Parte 2



Parte 3



Parte 4



Parte 5

Otto Rene Castillo - Guatemala



Este gran poeta y guerrillero guatemalteco nació en Quetzaltenango en 1936. Desde muy joven comenzó a militar en el Partido Comunista de su país, el Partido Guatemalteco del Trabajo y en 1953 fue nombrado presidente de la Asociación de Estudiantes de Postprimaria.

Ya al año siguiente tuvo que exiliarse a El Salvador por su oposición al golpe de estado contra Jacobo Arbenz perpetrado por la CIA y tropas mercenarias. Allí continuó la lucha revolucionaria dentro del Partido Comunista salvadoreño y trabajó en los más variados oficios para sobrevivir.

Estuvo exiliado en el país vecino durante tres años, aunque cruzaba clandestinamente la frontera para impulsar la lucha revolucionaria. En El Salvador desempeñó un incansablñe trabajo de organización entre los intelectuales progresistas, aprovechando el gran éxito literario que obtuvo. Fue un íntimo amigo del también poeta y guerrillero Roque Dalton, que a su muerte escribió una encendida y vibrante semblanza política y literaria de su camarada.

Regresó a Guatemala en 1958 para ingresar en la Universidad de San Carlos donde comienza a estudiar Derecho y Ciencias Sociales.

Ese mismo año obtuvo una beca para cursar estudios en la desaparecida República Democrática de Alemania y en 1959 inició sus estudios de Letras en Leipzig, abandonándolos 3 años después para ingresar a la Brigada Joris Ivens, un grupo de cineastas, que trataba de filmar cortometrajes sobre la lucha armada de liberación de los pueblos latinoamericanos.

Regresó a Guatemala en 1964, compartiendo la lucha armada revolucionaria con las actividades culturales, en particular la dirección del Teatro de la Municipalidad de Guatemala.

Cuando fue detenido en 1965, estaba a punto de subir a la montaña para hacer un reportaje cinematográfico de las Fuerzas Armadas Rebeldes a los destacamentos guerrilleros. El régimen militar lo envía de nuevo al exilio, pero las organizaciones revolucionarias lo nombran representante de Guatemala en el Comité Organizador del Festival Mundial de la Juventud en Argelia. Así, recorre Alemania, Austria, Hungría, Chipre, Argelia y Cuba, donde permanece algunos meses.

En 1966 regresa clandestinamente a su país para incorporarse a la organización guerrillera Fuerzas Armadas Rebeldes comandadas por César Montes, donde ocupa la responsabilidad de propaganda y educación del Frente Edgar Ibarra.

En marzo de 1967 fue herido en un combate y detenido nuevamente por las tropas mercenarias del gobierno de Méndez Montenegro, junto con su compañera Nora Páiz, también guerrillera, en la Sierra de las Minas. De aquel combate, según se cuenta, sólo salvó la vida el legendario Pablo Monsanto.

El poeta fue trasladado a la base militar de Zacapa donde se le torturó y mutiló brutalmente, hasta que le quemaron vivo entre el 19 al 23 del mismo mes. Roque Dalton describió así los últimos momentos de su camarada:

Sus propios verdugos han testimoniado su entereza y su coraje ante el enemigo, el tormento y la muerte: murió como un indoblegable luchador revolucionario, sin ceder un ápice en el interrogatorio, reafirmando sus principios basados en el marxismo-leninismo, en su ferviente patriotismo guatemalteco e internacional, en su convencimiento de estar siguiendo -por sobre todos los riesgos y derrotas temporales- el único camino verdaderamente liberador para nuestros pueblos, el camino de la lucha armada popular.

Sólo contaba con 31 años de edad: indudablemente nos lo arrebataron antes de llevar su poesía a la más alta depuración estilística. Generosamente dio a su pueblo su canto y su vida. ¿Qué más puede dar un poeta?

Otto René dejó tras de sí una excelente obra poética reconocida en su país y en el extranjero. Entre los premios de poesía que obtuvo podemos mencionar el del Torneo Estudiantil Centroamericano de poesía en 1955, con su poema Llama viva, un canto a San Salvador que le acogía en su destierro. Al año siguiente volvió a ganar el Torneo Estudiantil Centroamericano con un trabajo conjunto con su camarada y amigo Roque Dalton, por el poema Dos puños por la tierra. Aquel mismo año fue galardonado con el premio Autónomo en 1956, patrocinado por la AEU, por su poema Pequeño canto a la patria. En 1957 logró el premio Internacional de Poesía en Budapest otorgado por la Federación Mundial de Juventudes Democráticas por su poema Distante de tu rostro. En 1958 ganó premio Filadelfio Salazar, de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

En 1964 había publicado en Guatemala Tecún Umán, y la obra poética de sus últimos años de vida fue recogida en el poemario Vámonos Patria a caminar, cuyos originales había corregido el autor en la cárcel en 1965, reeditado póstumamente en 1968, en México, con un prólogo de César Montes.

Posteriormente un familiar del poeta en Alemania hizo llegar a Roque Dalton una extensa colección de su obra inédita, en la que aún trabajaba hasta poco antes de su muerte. En la confección de la Antología de su obra que publicó Casa de las Américas en La Habana bajo el título de Poemas, se han utilizado principalmente materiales incluidos en Vámonos Patria a Caminar y en las colecciones inéditas.

Sus poemas abordan tanto la temática amorosa como la político-ideológica. En el primer caso, dice Roque Dalton, es evidente que el amor en la poesía de Otto René Castillo es algo más que la simple exaltación de la relación hombre-mujer: es la reafirmación constante del sentimiento de la vida contrapuesto en todo momento a la injusticia, a la tristeza y a la muerte. En el segundo caso, la expresión poética toda pasa a ser un instrumento de la convocatoria a la lucha revolucionaria, para la cual se usa tanto la incitación directa nerudiana como algunos conscientes distanciamientos de corte brechtiano.

Como escribió Dalton, la obra de Otto Réné Castillo quedará como un espléndido testimonio de pasión, confeccionado en el lenguaje necesario para conmover a los hombres de este tiempo en que él, como los precursores y los adelantados de siempre, pasó como una ráfaga de fuerza y de autenticidad.

(fuente: http://www.antorcha.org/liter/castillo.htm)

Monday, July 20, 2009

Juan Rulfo - Mexico

Entrevista a Juan Rulfo en el programa A Fondo de TVE (1977)



Este gran escritor y fotógrafo mexicano, cuyo verdadero nombre era Juan Nepomuceno Carlos Pérez Vizcaíno, nació en Sayula, Estado de Jalisco, el 16 de mayo de 1917, en una familia acomodada, que perdió todo durante la Revolución. Jalisco era un Estado aislado, misero, fanático y violento.

La adopción del apellido Rulfo fue debido a una petición de la abuela María Rulfo, pues en su familia fueron 7 hermanas y un solo varón que murió soltero y sin descendencia. Para evitar que se perdiera el apellido pidió a sus nietos que adoptaran el Rulfo.

Su niñez se vio afectada por las luchas religiosas de su país, la guerra de los cristeros, que fue particularmente violenta en el estado de Jalisco, lo que le llevó a decir: Entonces viví en una zona de devastación. No sólo de devastación humana, sino devastación geográfica. Nunca encontré ni he encontrado hasta la fecha, la lógica de todo eso. No se puede atribuir a la Revolución. Fue más bien una cosa atávica, una cosa de destino, una cosa ilógica. Este mundo en el que se crió durante su infancia le formó como un niño retraído al que le gustaba jugar solo.

Desde muy joven pierde a su padre, asesinado de un disparo en la nuca, y luego a su madre, por lo que fue recuido en un orfanato de Guadalajara. También varios tíos suyos murieron en circunstancias trágicas.

Por eso, el elemento fundamental en sus relatos rulfianos será la muerte. Pocas veces se refiere a ella directamente, pero su sombra figura en cada enunciado. La muerte es el ambiente en el que los personajes viven (¿o mueren?) su historia.

En la muerte, los personajes de Rulfo encuentran la prolongación de la vida: viven en la muerte y el lector participa activamente en mantenerlos vivos siquiera mientras dura la lectura.

La desolación, el dolor, su estrecho vínculo con la soledad, marcarán su vida y, por lo tanto, su obra. Guardó siempre un carácter triste, sensible, retraído, romántico y observador al mismo tiempo.

Rulfo llega por primera vez a la capital en el año de 1935. Si bien pretende continuar sus estudios, lo cual le fue imposible ya que éstos no le son revalidados.

En realidad, la idea de la ciudad nunca es de su agrado, ni lo ve como objetivo, se instala en ella buscando una forma de vida.

Más tarde confirmará, durante una entrevista, que la ciudad no le dice gran cosa. Él escribirá sobre los pueblos y las comunidades campesinas mexicanas, mantenidas en la marginalidad y el olvido.

Instalado en la ciudad de México, su familia lo incitó a estudiar la carrera de leyes, pero al fallar en los exámenes se dedicó a trabajar. Como agente viajero descubre una veta de experiencias en los pueblos, la que será fundamental en su obra literaria. Sus viajes por diversas zonas de México le permitieron entrar en contacto con etnias apartadas que aún resguardaban sus tradiciones.

Llevaba vivía una vida muy bohemia. Se pasaba las noches tomando café y se dormía bien entrada la madrugada. Leía vorazmente a los clásicos, a Goethe, Cervantes, Tolstoi, etc., y al tiempo escuchaba música clásica. Le gustaba practicar alpinismo y caminar incansablemente. Pero dejó las excursiones después de sufrir un accidente al volcarse un camión en el que iba con un grupo de montañeros.

Trabajó también en la Secretaría de Gobernación, en la oficina de migración y, tras casarse, en la fábrica de neumáticos Goodrich Euzkadi. Es en esta etapa -durante los años cuarenta- cuando intenta escribir su primera novela con temática urbana, El hijo del desaliento, que destruye inmediatamente por considerarla una novela autobiográfica llena de divagaciones personales, sin ningún interés literario.

Se volvió conocido sobre todo como escritor y colaboró en las principales publicaciones del país. En México D.F., tomó cargo del departamento editorial del Instituto Nacional Indigenista.

En 1945 publica los cuentos Nos han dado la Tierra y Macario en la revista Pan, de Guadalajara, dirigida por Antonio Alatorre y Juan Rulfo.

Al año siguiente se establece en México y publica su cuento Macario en la revista América y en la misma, en febrero de 1948, La cuesta de las Comadres; en enero de 1950 Talpa; en diciembre de 1950 El llano en llamas y en agosto de 1951 ¡Díles que no me maten!

En 1954 El Llano en Llamas se publica en la colección Letras Mexicanas de la editorial Fondo de Cultura Económica.

En 1955 aparece Pedro Páramo en la colección Letras Mexicanas, con una tirada de 2.000 ejemplares y se efectúa la primera reimpresión de El Llano en Llamas. Fue motivo de polémicas en torno al regionalismo, versus cosmopolitismo de México.

Su ruptura de las secuencias de tiempo y espacio, que la convierten en un laberinto temporal, su ambigua frontera entre lo real y lo imaginario, así como el que la experiencia de la muerte se asocie con lo sexual y lo onírico, la hacen insuperable. Rulfo juega con paradigmas universales, como la búsqueda del padre que inicia Juan Preciado, evocando a Telémaco en la Odisea, o el viaje al Comala de los muertos, semejante al de Orfeo a los infiernos. La novela trasciende los temas sociales, ahondando en la terrible violencia de las fuerzas divinas, en la degradación del alma humana, acosada por la culpabilidad y los remordimientos.

De esta gran obra dijo Jorge Luis Borges: Pedro Páramo es una de las mejores novelas de las literaturas de lengua hispánica, y aún de toda la literatura.

La Antología de cuentos mexicanos 1954 reproduce Un cuento.

Se estrena el cortometraje Talpa de Alfredo B. Cravenna, basado en el cuento de Rulfo de igual título.

Publica el cuento El día del derrumbre.

En 1956 se establece en Ciudad Alemán, Veracruz, trabajando como promotor de la Comisión Papaloapan, que se ocupa del sistema de riego en dicha zona verucrazana.

Emilio Indio Fernández le solicita guiones para cine. Rulfo trabaja en alguno de ellos e invita a Juan José Arreola a colaborar.

En 1961 es nombrado el asesor literario del Centro Mexicano de Escritores, junto con Arreola.

En 1962 deja de trabajar para televicentro y viaja a Alemania un país que le entusiasmaba.

En 1963 se edita el disco de larga duración con textos leidos por el propio autor en la colección Voz viva de México.

En 1967 se filma la película Pedro Páramo.

En 1970 El llano en llamas es reimpreso pero con importantes modificaciones: desaparece Paso del Norte y se incluyen otras dos, El día del derrrumbe y La herencia de Matilde Arcángel.

Rulfo fue un incansable viajero, participó en varios Congresos y encuentros internacionales, y obtuvo Premios como el Premio Nacional de Literatura en México en 1970 y en 1983 recibe en España el Premio Príncipe de Asturias.

El 8 de enero de 1986 muere en México.

Rulfo ha marcado la historia de las letras mexicanas. Su obra resiste el paso del tiempo y no deja de asombrar. Mantiene la necesidad interminable de interpretación y renovación de su lectura.

Su obra muestra la vida del México rural con su atraso, sus miserias con una mezcla de mitos, obsesiones y fantasmas del caciquismo mexicano.

Es uno de los grandes escritores latinoamericanos del siglo XX, que pertenecieron al movimiento literario denominado realismo mágico, y en sus obras se presenta una combinación de realidad y fantasía, cuya acción se desarrolla en escenarios y personajes que reflejan el tipismo del lugar, con sus grandes problemáticas socio-culturales entretejidas con el mundo fantástico.

El autor se ha mostrado siempre muy reacio a explicar su obra.

Pero lo que, en última instancia, le preocupa a Rulfo es la exploración de algo intrínsecamente mexicano; pero también cabe sugerir que en su obra lo mexicano funciona como una metáfora de la condición del hombre en general.

Un importante grupo de críticos abogan por una interpretación basada esencialmente sobre lo mexicano. Según ellos, la magia de Rulfo radica en haber logrado atrapar la esencia de México, sus tiempos múltiples, los murmullos del pasado que persisten en el presente.

En sus obras, el mexicano se muestra amigo a veces respetuoso, a veces irreverente de la muerte. Con y para ella vive, de ella huye, y al mismo tiempo le llama. Juan Rulfo magistralmente plasma esta ambivalente relación, y es por ello que se considera que su única novela Pedro Páramo es una de las obras cumbres de la literatura universal.

En cambio, algunos críticos que hacen hincapié inequívocamente en la angustia existencial del hombre moderno como lo medular de la obra de Rulfo.

La devastación humana y geográfica la encontramos en el primer plano de sus obras: en el horroroso pueblo de Luvina, en el cuento El llano en llamas, y en el pueblo de Comala, de Pedro Páramo. Pero por debajo de estos cuadros desolados de esterilidad y miseria se esconden las preguntas implícitas en las palabras de Rulfo. ¿Cómo se explica esa desolación? ¿Es algo humano? ¿Es un castigo divino? De ahí la otra faceta de su obra; lo que Rulfo indica cuando se refiere a su obra como una transposición de los hechos de mi conciencia.

La violencia, la muerte, la degradación humana, la culpa, el fatalismo, una sexualidad casi animaI, éstos son sus temas recurrentes. Sirviéndose de ellos y de una gran habilidad para estructurar sus cuentos en torno a ciertos motivos cíclicos, Rulfo analiza varios aspectos, principalmente negativos, de la vida rural mexicana.

En sus cuentos la vida es un caminar fatigoso, un triste pasado que elimina el futuro, un esfuerzo inútil, un andar a tientas entre las tinieblas.

Reconocido mundialmente por su obra literaria, su trabajo fotográfico ha sido menos conocido pese a algunas publicaciones ya existentes. Dejó un legado de aproximadamente seis mil negativos, actualmente en proceso de clasificación, por lo que algunas fotografías no cuentan aún con una ldentificación definitiva.

(Fuente: http://www.antorcha.org/liter/rulfo.htm)

Sunday, July 12, 2009

Pelicula Miranda Regresa (fragmentos) - pelicula del Venezolano Luis A. Lamata





















Fragmento 1



Fragmento 2



Fragmento 3



Fragmento 4

Diego Risquez - Venezuela

Bolívar sinfonia tropical. (1982, cine surrealista)

Pedro Godoy - Chile



Pedro Godoy Perrin es un patriota chileno, historiador y sociólogo. Se titulo en el Instituto Pedagógico de la U de Chile. obteniendo la maestría en la U Católica y el doctorado en la U Complutense de Madrid. Alcanzo - mediante ascensos sucesivos y concursos públicos - el rango de Titular del Campus Macul* donde desempeña -adscrito a los ámbitos de Pedagogía e Historia- labores docentes, investigativas y difusionales. En los 60 funda, pioneramente, la Cátedra de Integración de América Latina (CIAL) en la Escuela de Periodismo. En 1975 es exonerado y desde 1990 la "democracia" o “socialdemocracia” evade el compromiso de restituirlo en su tarea con hipócrita argumentación. Ha sido Profesor Visitante de UU del Cono Sur y México. En cierto modo, "7 ensayos suramericanos" es fruto de sus afanes académicos. El principal plantel de educación superior de Bolivia -la Universidad Mayor de San Andrés- le confiere el grado de Dr. Honoris Causa. Actualmente es asociado de la Cátedra "Francisco de Miranda" de la Universidad de La República. En 1992 cofundaba la Cátedra Alternativa V Centenario con el Centro de Alumnos de Humanidades de la Universidad de Chile. Publico trabajos en revistas especializadas y artículos en la prensa. Ha redactado varios textos escolares de Ciencias Sociales e Históricas (enseñanza media). Recientemente, el Estado de Bolivia lo condecoro con la Orden "Simón Bolívar" en el grado de Caballero. Es titular de la Sociedad Científica de Chile, del Instituto O'Higginiano de Chile y cofundante del Centro de Estudios Chilenos CEDECH. Cuando funda el Centro de Estudios Chilenos CEDECH promueve la tesis bolivariana cosa difícil en una república etnocéntrica como Chile. Lo acompaña en la empresa el gurú integracionista de entonces: Felipe Herrera y recibe apoyo de grupos afines. De Perú -el APRA-, de Argentina -el peronismo- y de Bolivia -CONDEPA-. Ahora está feliz con Chávez y propone brindar por las victorias de Evo Morales. (*) Campus Macul es el recinto que albergara a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional.