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Tuesday, January 20, 2009

Friday, January 16, 2009

Luis Britto García - ¿Y Tu por qué no te callas? (Venezuela)

Con música de conjunto Chileno 'Quilapayún'



Blog del escritor: http://luisbrittogarcia.blogspot.com/

Thursday, January 15, 2009

La trata de negros



Bolívar y la esclavitud
Por Franklin González - Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Uruguay

Fuente: http://www.larepublica.com.uy/editorial/324915-bolivar-y-la-esclavitud)

El pasado 24 de julio se cumplieron 225 años del nacimiento de Simón Bolívar y hoy, en tributo a él y a su condición de Libertador como sería nominado en 1813, haremos referencia a su postura frente a un tema sensible y de primer orden social como lo constituyó la esclavitud y la necesidad de abolirla.

Los acontecimientos del 19 de abril de 1810 mediante los cuales se levantan las voces por la independencia de Venezuela y la firma del acta de la misma el 5 de julio de 1811, no se acompañaron con la abolición de la esclavitud.

Es a partir de 1816 cuando El Libertador Simón Bolívar inicia, contra la manifiesta oposición de los sectores oligárquicos y los terratenientes amos de esclavos, su campaña abolicionista. En este sentido, se pueden encontrar varios decretos promulgados por Bolívar. El primero, emitido en Carúpano, el 2 de julio y el segundo, en Ocumare de la Costa, el 16 de julio de 1816, ambas ciudades de Venezuela que hacen alusión al tema de la abolición pero con la restricción de que sólo beneficiaría a los esclavos que se incorporaran al servicio militar.

Posteriormente en 1819, en su discurso al Congreso de Angostura, plantearía: "Yo imploro la confirmación de la libertad absoluta de los esclavos, como imploraría mi vida y la vida de la República"; solicitud que al no obtener el consenso mayoritario de los representantes y senadores fue rechazada.

En el transcurso del año 1820, Bolívar, por la vía de un decreto (23 de octubre), decide la confiscación de la hacienda "Ceiba Grande" y la liberación de sus esclavos. En 1821 en el Congreso celebrado en la Villa del Rosario de Cúcuta, nuevamente Bolívar suplica por la abolición de la esclavitud, pero el parlamento sólo acepta promulgar la libertad de vientre a través de la Ley de Manumisión, donde se contempla la libertad de los hijos de las esclavas nacidos a partir de tal fecha, aunque no gozarían de sus "derechos civiles" sino cuando cumplieran los 18 años de edad.

En el año de 1821, después de la Batalla de Carabobo, el Libertador le otorga la libertad a algunos de los esclavos que aún poseía en la Hacienda de San Mateo, situada en los Valles de Aragua.

El 24 de marzo de 1824 redacta un decreto en el cual solicita "Protección a los esclavos para que escojan en libertad el dueño que les convenga" y el 28 de junio de 1827, decreta: "Dando eficacia a la Ley de Manumisión".

De alguna forma, el interés de Bolívar por darle una salida a la esclavitud lo refleja en su relación con su antigua aya, Hipólita, y en una carta enviada a su hermana María Antonia desde la ciudad del Cuzco (Perú), el 10 de Julio de 1825, dirá "darle todo lo que ella quiere; para que hagas por ella como si fuera tu madre, su leche ha alimentado mi vida y no he conocido más padre que ella..."

El 2 de junio de 1827, en su último viaje a Venezuela, le escribe otra vez a su hermana María Antonia y le señala: "... Del dinero que queda en tu poder procedente de la letra, tendrás la bondad de dar a Hipólita cuarenta pesos. Yo te la recomiendo".

En la Constitución de la República de Bolivia, aprobada en el año de 1826, el Libertador incluyó en el artículo 10, Ordinal 5, su idea en pro de la abolición de la esclavitud en los siguientes términos: "Todos los que hasta el día han sido esclavos, y por lo mismo quedarán, de hecho, libres en el acto de publicarse esta Constitución. Por una ley especial se determinará la indemnización que se debe hacer a sus antiguos dueños".

Por algo Simón Bolívar llegó a decir: "La esclavitud es la hija de las tinieblas".


Abolición de la Esclavitud en Venezuela

Wednesday, January 14, 2009

Palenque: Un Canto (Colombia)

1992 documentary on the Caribbean Colombian Maroon Community of San Basilio Palenque located near Cartagena in the department of Bolivar. The focus is on present day descendants of African maroons who resisted against the Spaniards and claimed their liberty early during the colonial era with the escape of slavery and establishment of free communities termed palenques also known as maroon communities in English. This particular community was founded by the maroon leader Benkos Bioho, which is a hero to many Colombians of African heritage.

Sunday, January 11, 2009

Soledad Bravo (Venezuela)

Tributo a las madre de la Plaza de Mayo en Argentina



Tributo al Che Guevara

MERCEDES SOSA (Argentina)

Galopa Murrieta



Todo Cambia

Sunday, January 4, 2009

Thursday, January 1, 2009

Homenaje a los 50 años de la revolución Cubana

Son de alfabetización - Carlos Puebla



El necio - Silvio Rodriguez



Cuba: amor y odio
by Prensa Latina

Posted: Dec 31, 2008 13:40 UTC

LA HABANA (PL) - La Revolución cubana arriba a los primeros 50 años con el vigor y el gozo de haber cumplido con los sueños de los hombres y mujeres que cinco décadas atrás decidieron lanzarse a conquistar la utopía.

Presidente yemenita felicita a homólogo cubano, Raúl Castro
Solidaridad panameña con Cuba por cinco décadas de Revolución

No ha sido fácil llegar hasta aquí ante los enormes obstáculos -a veces parecían insuperables- impuestos desde fuera para hacerla fracasar y los surgidos con el aprendizaje de la premura de querer hacer más y más para borrar el lastre del pasado

Acudir al pasaje bíblico del pequeño David contra el gigante Goliath es la metáfora más exacta para sintetizar en toda su dimensión la lucha interminable contra su vecino los Estados Unidos.

Esa querella, impuesta por 10 sucesivas administraciones norteamericanas, intentó promover el odio, el aislamiento, la desesperanza, pero a la postre suscitó la pasión, el amor, la admiración y la esperanza de millones de personas en el mundo. Y es que Cuba es eso: amor y odio.

Odio de quienes pretender señalarla por manchas y no por sus virtudes; a negarla por su inmensa luz que cubre buena parte del universo; a estigmatizarla porque a pesar de derrumbes y traiciones está ahí, inhiesta, erguida y fortalecida.

Y es que como dijo el poeta ¡Cuba, va! y avanza porque resistió y resiste las agresiones, calumnias, incomprensiones y carencias de todo tipo; porque prefirió quedar sola, aislada y excluida sin cejar en su empeño de dignidad y soberanía.

Gracias a esa tenacidad, medio siglo después Cuba y su Revolución miran al presente y futuro de frente, si parpadear, con la convicción y el coraje de que muy bien valió la pena tanto sacrificio, la sangre derramada de sus hijos y la perenne resistencia.

El derroche de heroísmo protagonizado por todo un pueblo en estos 50 años se vio confortado con la reciente incorporación plena de la Isla al escenario latinoamericano y caribeño, donde las nuevas circunstancias son parte indisoluble de esa historia.

Esa reparación histórica no sólo abarca su región natural, se expresa también en el rechazo de casi todo el planeta a la política de bloqueo estadounidense, en la recíproca solidaridad ante la devastación climatológica o en la cada vez más solicitada prestación de servicios profesionales.

Aparece reflejada en la singular estimación y admiración que sienten los pueblos en cualquier parte por nuestros principales líderes, aquellos que como Fidel y Raúl gestaron la Revolución y hoy tienen el enorme privilegio de “mirar hacia el pasado con la frente en alto…”.

La Revolución rebosó a Cuba y sus gentes de amor, sentimiento expresado en sus altos índices de salud y educación -comparables al primer mundo-, en la seguridad y asistencia social, en la cultura y el deporte, y sobre todo, en el ejemplo universal de dignidad.

El desborde sobrepasó sus límites territoriales para convertirse en solidaridad multiplicada en África, Asia, América Latina y el Caribe, donde miles de cubanos salvan hoy vidas, educan a sus hijos y, en su momento, entregaron hasta su propia sangre.

Esta epopeya de cinco décadas no ha estado exenta de errores, insuficiencias, traiciones e incomprensiones, pero nunca faltó el valor de su dirigencia en reconocerlos y enfrentarlos con la premisa de que la obra no es ni será nunca perfecta.

Pero, parafraseando al cantor, se acerca a las aspiraciones de millones de personas en el mundo que aún siguen soñando en alcanzar lo que la Revolución cubana dio a su pueblo hace ya medio siglo. Alcemos la copa y brindemos por Cuba.

(fuente: http://news.caribseek.com/Cuba/Prensa_Latina/article_73332.shtml)